Nº 83 - PERFUME DE MAMÁ
Madre e hijo están unidos por un hilo invisible pero muy poderoso que enlaza y une todos los sentidos con los que podemos amar. Pero desde el nacimiento, uno por encima de todos es el más importante: el sentido del olfato. En efecto, es a través del olfato como un niño reconoce a su madre, sintiéndose seguro, y es también a través del olfato como una madre encuentra todo su ser en su hijo, sintiéndose increíblemente agradecida.
Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe es que este vínculo no sólo se manifiesta a través del olor natural de la piel de madre e hijo, sino también a través de la fragancia que lleva la madre, la que la distingue y que lleva cada día con orgullo; la fragancia que cada madre elige para mostrar al mundo su propio ser y, por tanto, también a su hijo. Precisamente por este motivo, todo niño reconocerá siempre la fragancia que distinguió su infancia, que le resultará agradable y relajante, y que le permitirá, incluso en contextos poco habituales, evocar recuerdos vívidos, haciéndole sentir seguro. El sentido del olfato es, de hecho, nuestro sentido más poderoso, por lo que es fundamental en los primeros días y años de un niño para crear y reforzar aún más ese vínculo que ya es inseparable.
E incluso creciendo, el perfume de esta madre permanecerá impreso en tu mente, listo para revelarse en momentos impensables y proporcionarte una sensación de seguridad inigualable. Porque, ya sabes, el olor de una madre es eterno.
Escrito por Adele.