Nº 9 - CÓMO CUIDAR TU PROPIA VELA
Todas las estaciones, de un modo u otro, pueden ser la ocasión perfecta para encender una vela: los días que se acortan en otoño son un fantástico telón de fondo, al igual que las tardes que preceden a la Navidad. ¿Y qué decir de una tarde de primavera, cuando la luz se alarga, o de una noche de verano?
La vela puede ofrecernos cobijo y hacernos sentir como en casa, pero también nos permite viajar con el olfato y perfumar un entorno en su máxima expresión. ¡Hoy quiero compartir con vosotros algunos secretos para que podais dar lo mejor de vosotros mismos!
¡Corta siempre la mecha para que no sea demasiado larga!
El tamaño ideal es de unos 2 milímetros para que el cristal del interior de la vela no se oscurezca y la llama dure más.
¿Tu vela no es nueva y se ha llenado de polvo por haberla dejado abierta en su mueble favorito? ¡No hay problema! Acláralo rápidamente bajo el agua para eliminar la suciedad, o sumérgelo directamente en agua durante unos minutos; luego sécalo con un paño de algodón.
Pon tu vela en la nevera durante una hora antes de encenderla; esto eliminará la humedad, aumentará su vida útil y hará que su fragancia sea más persistente.
Pon una pizca de sal en la superficie de la vela, justo al lado de la mecha, ¡así durará mucho más!
¿Tienes algún otro truco? ¡Compártelo con nosotros!
Escrito por Adele