Nº 68 - EDUCARNOS A SENTIR

Cuando olemos un aroma, no lo hacemos con todo el olfato, sino con el epitelio olfativo, un conjunto de células situado en la parte superior de la cavidad nasal. Podemos distinguir más de diez mil olores diferentes con nuestro sentido del olfato, pero en la vida cotidiana sólo utilizamos una pequeña parte de esta capacidad.

¿Sabías, sin embargo, que es posible educarnos y entrenarnos para mejorar esta capacidad?

Nuestro olfato puede acostumbrarse a los olores, impidiéndonos olerlos en su totalidad; para percibir un aroma en todo su esplendor, lo mejor sería oler sólo uno a la vez, en un entorno en el que no hubiera otros olores. Así pues, la mañana es el mejor momento, ya que el olfato está descansado y preparado para percibir cualquier nota.

Si estamos probando perfumes en persona, el consejo es pulverizarlos sobre una mouliette acercándola y alejándola de la nariz repetidamente. Del mismo modo, cuando tenemos que oler varios a la vez, es aconsejable hacer pausas entre uno y otro, para que nuestro olfato se recupere y no llegue al punto de no reconocer más.

¡Por último, cuando percibas una fragancia, cierra los ojos y concéntrate en tus emociones y en la percepción que tienes de ella!

 

Escrito por Adele.

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