Nº 47 - LA COMPOSICIÓN DEL PERFUME
El perfume no es más que un acuerdo armonioso entre esencias complementarias; las materias primas utilizadas para componer una fragancia se eligen y se mezclan según dos principios: persistencia e intensidad.
La persistencia es la capacidad de un olor de permanecer en el tiempo; cuanto más pesadas son las moléculas, más lentamente se evaporan y, por tanto, son capaces de mantener la densidad del olor. Del mismo modo, una mayor concentración de esencia garantiza una mayor persistencia.
La intensidad, en cambio, es la fuerza con la que la esencia puede llegar a nuestros receptores olfativos; depende del tipo de materia prima utilizada: las notas cítricas, por ejemplo, pinchan inmediatamente el olfato, pero también son las más evanescentes.
Según estos dos principios, la estructura de un perfume se divide en tres niveles:
notas de salida, las que llegan primero al olfato y encienden nuestros sentidos con su frescura, pero de débil persistencia; notas de corazón, que crean la llamada estela de un perfume; y notas de fondo, la verdadera personalidad del perfume, que persiste durante mucho tiempo y da vida a la memoria olfativa.
Escrito por Adele.